5 DE SEPT. 2025
Ray Castro
EL PORTAVOZ,SANTO DOMINGO.-Los apagones en sectores de Santo Domingo Este se han convertido en el tormento diario de miles de familias residentes en Santo Domingo Este. Mientras los residentes se quejan por las altas facturas que envía la empresa EDESTE, en medio de la tanda de interrupciones del servicio.
En medio de un sofocante calor que ronda los 36 grados centígrados y con sensaciones térmicas aún más asfixiantes, la oscuridad se cierne por horas sobre hogares y negocios, dejando tras de sí desesperación, pérdidas económicas y un clamor creciente contra la empresa distribuidora EDESTE.
Residentes de barrios populosos como Invivienda, Los Mina, Alma Rosa, Cancino, San Isidro y El Almirante denuncian interrupciones del servicio eléctrico que superan con frecuencia las cinco y hasta ocho horas continuas, justo en momentos en que la demanda de energía se dispara por la ola de calor.
Las quejas se multiplican: alimentos dañados en las neveras, electrodomésticos quemados por los bajones de luz, estudiantes que no pueden conectarse a clases virtuales ni cumplir con sus tareas, trabajadores que ven interrumpidas sus labores y familias enteras que pasan las noches en vela, tratando de soportar el calor y los zumbidos de los mosquitos.
“Esto es desesperante. No se puede dormir ni trabajar; los niños se enferman y los equipos se dañan”, lamentó Ada Castillo, residente en Los Mina Viejo, visiblemente afectada por la situación.
Los comerciantes tampoco escapan a este drama. En Los Mina, dueños de colmados y pequeños negocios aseguran que han tenido que recurrir a plantas eléctricas para mantener su actividad, pero el gasto de combustibles encarece aún más sus operaciones.
“Se nos va lo que ganamos en gasoil o gasolina”, aseguró un colmadero de la avenida San Vicente de Paúl, quien explicó que muchas veces deben cerrar antes de tiempo porque el costo es insostenible.
La indignación aumenta cuando a la penuria de los apagones se suma el incremento constante en la tarifa eléctrica. “Aquí uno recibe más apagones que luz, pero la factura llega cada vez más alta. Es un abuso”, denunció Enrique Núñez, vecino de Los Mina Sur.
Relató que en su sector los apagones suelen iniciarse en horas de la noche, a partir de las 9:00, prolongándose por tres y cuatro horas, lo que convierte el descanso en una misión imposible, sobre todo para los niños y los ancianos.
La impotencia se mezcla con la rabia. Moradores señalan que incluso ante lluvias ligeras, las plantas de la avenida Venezuela que abastecen la zona se apagan, dejando amplios sectores sin fluido eléctrico, como si la llovizna fuese una excusa para suspender el servicio.
Mientras las quejas crecen, las facturas también lo hacen. Núñez denunció que a muchos vecinos la tarifa les ha llegado al doble de lo que pagaban meses atrás. “Es como si nos castigaran por reclamar, como si nuestra necesidad de luz fuera un lujo y no un derecho básico”, expresó.
En este panorama, Santo Domingo Este se siente atrapado entre dos fuegos: la implacable ola de calor y la sombra de los apagones que no respetan horarios ni necesidades. Una combinación que convierte la vida cotidiana en un calvario para miles de familias que claman por un servicio eléctrico digno y estable.
Escasez de Agua
Precisaron que, a la tanda de apagones, también se añade la problemática del servicio de agua potable de la Corporación de Acueducto y Alcantarillados de Santo Domingo CAASD, que solo envía el agua potable cuatro veces al mes al sector de Los Mina Viejo y otros barrios de SDE.
“Es decir, que nosotros tenemos que esperar que los martes de cada semana cuando la CAASD envía el preciado líquido y que muchas veces el servicio lo reciben tarde del día, lo que imposibilita que las personas que trabajan ese día no puedan reabastecerse del servicio.
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